Series
“Vivir en el Mercado”

Las trabajadoras de los mercados en Tailandia cumplen jornadas de entre 10 y 14 horas diarias. El
espacio de trabajo se fusiona con la vivienda, siendo en algunos casos el mismo en donde duermen.
Las sonrisas, la buena voluntad y la complicidad entre ellas son el motor para afrontar sus extensos
y rutinarios días. Compartiendo espacio con miles de turistas apresurados y pretensiosos, se respira,
en compañía de las trabajadoras, un sentimiento de unión y generosidad constante.
Me invitan a su mundo, me sientan a su mesa. Nos comunicamos con miradas, gestos, risas y un poco de Inglés, lengua ajena para ambos. La cámara desaparece, como si se tratara de un objeto sin importancia que forma parte ausente del fugaz pero profundo vínculo que generamos.
Me voy pensando: ¿me recordarán tanto como yo a ellas?
Me invitan a su mundo, me sientan a su mesa. Nos comunicamos con miradas, gestos, risas y un poco de Inglés, lengua ajena para ambos. La cámara desaparece, como si se tratara de un objeto sin importancia que forma parte ausente del fugaz pero profundo vínculo que generamos.
Me voy pensando: ¿me recordarán tanto como yo a ellas?




“En tu Habitación”

Todos creamos nuestro propio mundo, vivimos en miles de universos paralelos. Allí están ellos, en sus habitaciones, donde se sienten protegidos, rodeados de sus cosas, su historia, su realidad.
La expresión desde el silencio, su refugio del mundo exterior.
Entre esas cuatro paredes, soy solo un invitado pasajero.






Espacios Vacíos

Esta serie de fotografías explora la quietud y la simplicidad de los espacios vacíos, donde la
ausencia de personas resalta la arquitectura, la luz y las sombras.
La interacción entre el espacio y el vacío, crea una sensación de calma, introspección y, a veces, de misterio. A través de estos lugares deshabitados, intento capturar no solo la estética de cada entorno, sino también la emoción que puede emanar de la soledad y el silencio.
Estos espacios permiten que el espectador se concentre en los detalles que normalmente pasamos por alto: las texturas, las líneas, los reflejos, la atmósfera. Cada fotografía es una invitación a encontrar la belleza en lo inhabitado.
La interacción entre el espacio y el vacío, crea una sensación de calma, introspección y, a veces, de misterio. A través de estos lugares deshabitados, intento capturar no solo la estética de cada entorno, sino también la emoción que puede emanar de la soledad y el silencio.
Estos espacios permiten que el espectador se concentre en los detalles que normalmente pasamos por alto: las texturas, las líneas, los reflejos, la atmósfera. Cada fotografía es una invitación a encontrar la belleza en lo inhabitado.



